Vacunas: no hay que descuidar al personal diplomático extranjero
Vacunas: no hay que descuidar al personal diplomático extranjero
Vacunas: no hay que descuidar al personal diplomático extranjeroDiario Expreso
Ricardo Sánchez
Serra*
La pandemia causada
por el virus chino sigue causando estragos por doquier -tanto en temas de
salud, economía y en todo quehacer de la vida- menos en China, ¿Raro, no?
Nuestra opinión es
que la China comunista –en complicidad negligente de la Organización Mundial de
la Salud- inició una guerra biológica contra Occidente, especialmente Estados
Unidos y Europa, y que los demás países somos daño colateral.
Hecho el daño y más
gráficamente, es como si China nos rompe las piernas y nos vende muletas
defectuosas, eso es lo que ha pasado con sus vacunas malas, fuleras, de
pacotilla.
Descarrilados
En esta refriega
por las vacunas, el Perú se descalabró por los desastrosos desempeños de un
Gobierno de izquierda, ideológicamente perverso, maligno, cuya doctrina
comunista nos llevó al genocidio de los peruanos. Una monstruosidad que tendrán
que pagar Vizcarra y sus ministros de
Salud, los “doctores muerte”, no solo por su ineptitud, sino que ante la
emergencia sanitaria, no les importó comprar lo mejor para la salud de los
peruanos, sino tardíamente mascarillas y pruebas de la Covid, rápidas, de
procedencia china. Descartando las de Corea del Sur o Taiwán, porque eran
“occidentales”.
Recuerdo que un
país vecino envió un avión a varios países de Asia -con mucho dinero en sus
bodegas- para comprar en efectivo y de forma inmediata mascarillas y pruebas
moleculares. Así se trabaja. Pero en el Gobierno peruano solo había mediocridad
y también egoísmo cómplice en parte del sector privado.
Pasión
psicópata por China
Igual fue en el
caso de las plantas de oxígeno. No hubo sentimientos, no hubo reacción, ante
numerosos ofrecimientos como el de Israel y conociendo que habían plantas paradas
en Australia y Nueva Zelandia.
Asimismo, pasó con
las vacunas, el psicópata y desenfrenado
amor y pasión a China, hizo que solo la miraran solo a ella, tipo Pigmalión y
Galatea, o Medea y Jasón.
En esta herencia de
errores igual pasó con el Gobierno de Sagasti, que lo está tratando de corregir
-aunque lentamente y con negociaciones difíciles y tardías-, con la compra de
las vacunas Pfizer y próximamente Sputnik V, las mejores en el mercado y
esperemos que en este abanico ingresen Moderna, Johnson & Johnson, u otras
que no tengan complicaciones y que estén oleadas y sacramentadas.
Muchos países nos
llevan la delantera en la compra de vacunas y la vacunación a su población.
Israel y Marruecos son ejemplo, y también Gran Bretaña y Serbia, dos países que
no pertenecen a la Unión Europea, que está enfrascada en graves problemas
internos y solidarios entre sus naciones.
Leí que Serbia
–país que rebajó las relaciones con el Perú por haber nosotros reconocido a
Kósovo- le va muy bien por la variedad de vacunas que posee. “Ahora mismo
Serbia tiene más vacunas que gente dispuesta a ponerlas. Así que ha permitido
que residentes de países cercanos como Croacia, Macedonia del Norte, Bosnia o
Montenegro puedan desplazarse a suelo serbio para ponerse las inyecciones,
provocando atascos en algunas carreteras”. (De Yahoo Noticias).
Indispensable
vacunación a diplomáticos extranjeros
En estos temas que
siguen siendo álgidos, nos preocupa, de la misma forma, ¿qué sucederá con la
vacunación de los diplomáticos extranjeros, sus familias y los trabajadores de
su misión?
Es natural pensar
que si no hay vacunas para los peruanos, los inmigrantes extranjeros, tampoco
habrá para el personal diplomático.
Pero hay que tener
mucho cuidado y actuar rápidamente para que sean vacunados con prioridad, para que
las relaciones con otros Estados no se deterioren. Los diplomáticos son
representantes de otros países y somos país huésped, responsables de ellos.
Así como de acuerdo
a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas tenemos numerosas
obligaciones, como en el plano material proteger sus locales diplomáticos,
respetar su valija, el Estado garantiza que ellos no pueden ser objeto de
detención, que su persona es inviolable y que tome las “…medidas adecuadas para
impedir cualquier atentado contra su persona, su libertad o su dignidad…”
(Artículo 29 de la citada Convención, de la que el Perú es firmante).
Entonces, si somos
responsables de su integridad, del mismo modo, conlleva su salud. En este momento,
todas las camas de cuidados intensivos (UCI) están ocupadas, tanto en
hospitales estatales, como en clínicas privadas. ¿A dónde llevarían a un
diplomático que se infecte del virus chino? ¿Y si muere?
Hubo casos que a
alguno de ellos pudieron evacuarlo a su país para salvarlo, pero no será
siempre.
Israel y Marruecos,
por ejemplo, vacunaron hace algunas semanas a todos los diplomáticos extranjeros. Igual,
la India, ofreció sus propias vacunas al personal diplomático
extranjero y a sus familias.
Rusia hizo lo mismo, ofreciendo vacunas a
todas las misiones diplomáticas que quisieran. Se vacunaron diplomáticos de Argentina,
España, Chile, México, Bielorrusia, Afganistán y Mongolia e incluso de Estados
Unidos. Algunos diplomáticos norteamericanos se vacunaron, causando
incomprensible escozor en los medios de su país.
Los causante de la pandemia, China, de la
misma manera ofrecieron la … ¡Sinopharm! a los diplomáticos extranjeros, pero
muchos se excusaron señalando que tenían que ser autorizados por su país.
Eso de que no se puede vacunar a los
diplomáticos extranjeros porque “no procede”, es un cuento chino.
*Analista en temas internacionales
(Publicado en Expreso)
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