Conociendo a la Rusia de Vladimir Putin (III) “La amenaza es peor que la ejecución"

 






Conociendo a la Rusia de Vladimir Putin (III)

“La amenaza es peor que la ejecución"

En esta última parte, el experto en Rusia, Juan Camilo Vergara, analiza al Putinismo. ¿Es doctrina o sentimiento? ¿Es populista y nacionalista?¿Es una fuerza militarista y pro Iglesia ortodoxa?¿Defiende los valores despreciados por Occidente? El Club de Valdai, la creación de Russia Today y la nueva imagen de Rusia. En muchas casas rusas puedes encontrar imágenes de San Nicolás II, Stalin, Lenin y Gagarin.

Ricardo Sánchez Serra

El historiador colombiano, que dedicó veinte años en introducirse en Rusia, afirma que este país no tiene una ideología oficial, por la razón que sería costosa tenerla. El llamado Putinismo ¿debe contentar a todos?

“Rusia no puede darse el lujo de volver a una estructura como en la época de la Unión Soviética (URSS), porque necesitaría tener unos mecanismos de coerción inmensos para obligar a las élites y al pueblo a someterse a una ideología y a asumir un solo discurso. La Rusia de hoy en día es mucho más débil que la URSS. No tiene esa capacidad. Pero tampoco el Putinismo es una doctrina, es una simple visión del mundo estructurada”, expresó.

“Su objetivo –agregó- se resume en que es una tendencia, no solamente en Rusia, sino en la política mundial, una especie del populismo, y lo que llaman algunos filósofos la posverdad, donde ya no importa si somos de izquierda o de derecha, lo que importa  es decir lo que se nos ocurra, porque así todo el mundo queda contento. Esto es algo terrible en este mundo contemporáneo”.

El estudioso se pregunta si el Putinismo debe ser relativamente rígido para marginalizar a sus rivales y deslegitimar a sus enemigos. Pero también debe ser relativamente flexible para crear unos símbolos, unas parábolas que se usen de ser necesarios para generar cohesión, sin encerrarse en una camisa de fuerza.

“Es flexible y rígido al mismo tiempo. Debe consolidar el consenso popular, es lo único que importa, que todos se reconozcan ser parte del sistema y miren que es algo que se ve en Brasil, en EE. UU., en Turquía o en Venezuela”, sintetizó.

¿Qué se necesita para tener el carné del Putinismo?

Vergara explicó que “lo primero es ser un patriota, una especie de nacionalista ruso. Hay que sentir orgullo del desarrollo de Rusia desde la caída de la URSS, la modernización, la llegada del capitalismo, pero también hay que sentirnos parte de la URSS. En este sentido, volvemos a la frase de Putin: ´El que no añore la Unión Soviética, no tiene corazón; pero el que quiera revivirla, no tiene cerebro´".

Además, debe criticar el ultra liberalismo de Boris Yeltsin, porque ese es el traumatismo de los años ´90, pero sin que esto implique acabar con el capitalismo. “Hay que aceptar una política imperial de Rusia, de injerencia de Rusia, en el extranjero cercano. Y al mismo tiempo criticar el cinismo de la Comunidad Internacional (léase Occidente), manipulada por intereses oscuros bajo una cubierta democrática, idealista, y conspiratoria”, detalló.

Opinó que el Putinismo a veces promueve las teorías de conspiración y hay que detestar al mismo tiempo toda idea revolucionaria, las reformas deben ser graduales y seguir su propio ritmo.

“En el Putinimo hay nacionalismo, visión conservadora, pero también busca tocar las fibras del sentimiento ruso. Ante ese abanico de ideas, todo se permite. Se toman todos los personajes históricos de Rusia, se mezclan y sale el Putinismo, donde muchas ideologías son posibles. Si se tiene nostalgia de la URSS, se tiene orgullo de la Rusia actual y se añora el zarismo, que hace 30 años sería una contradicción insostenible.

En las casas de los rusos a veces está la imagen de San Nicolás II, Stalin, Lenin y Gagarin. La ortodoxia debe ser la religión de Estado, pero otros dicen que Rusia es un país secular, porque es multiconfesional; debe defender el dominio del pueblo ruso sobre las otras naciones de la Federación; otros dirán que es multicultural. La idea es como ven que la mayoría estén contentos.”, pormenorizó.

Imágenes bien montadas

De otro lado, el académico aseguró que quién desarrolla está política de imágenes y mensajes es el Kremlin, que fabrica una imagen de Putin como el único que puede darle cohesión a todo esto.

“Así como Putin domina este país, hay sectores de Rusia que también dominan a Putin. Se va creando una imagen de Putin como hombre fuerte, porque si Putin es fuerte, Rusia es fuerte. Hay que ver las imágenes muy bien pensadas y que bombardean las redes sociales: Putin todos los días se levanta y hace pesas, no es extraño, es deportista, la idea es ´soy fuerte y estoy en forma´.  Después, Putin hace judo y no es del todo falso, es campeón nacional de judo, recuerden lo que aspiraban los rusos en los´90, aspiraban a la fuerza, el orden y el control. Putin es la imagen que los rusos quieren ver en su presidente. No quieren ver un Yeltsin que viaja a los EE. UU. y lo tienen que sostener para bajar del avión, porque se ha tomado una botella de vodka. Esa no es la imagen que los rusos quieren proyectar de sí mismos”, explicó.

Asimismo, se ve a Putin en el río y empieza a hacer rufting, hasta tiene heridas, como si el presidente de la Federación Rusa pueda darse el lujo de estar en estos temas. Después con sus propias manos pesca un salmón, y se coloca camisas ajustadas para mostrar sus músculos.

“Después habrá muchas burlas de Putin, él cabalgando sobre un esturión del mar Caspio y montando un oso siberiano. A pesar de las burlas hay una efectividad de la comunicación. Todas las burlas muestran  la fuerza”, observó.

Putin envía esos mensajes de hombre fuerte, con un pasado patriótico impecable -un agente de la KGB- y hay que fijarse también en su curiosa caminada, como si fuera cojo y una mano en la cintura, porque el mensaje que envía es “soy un exagente de la KGB y siempre tengo la mano en el revólver”.

“Tiene imagen de vida sana, debe ser vegetariano, sensible a la religión y a la cultura. Va misa y asiste al teatro. Muy efectivo en la política rusa y a nivel mundial. Y ha ganado adeptos fuera de Rusia, entonces el Kremlin, además de proyectar una imagen, funciona como la caja negra de un avión, va recibiendo información de los sectores de influencia de Rusia, recoge la información con las peticiones, las convierte en doctrina y después, a veces, las abandona.

La todopoderosa industria militar defiende una agresividad de Rusia en el mundo, una geopolítica que cultiva un pasado imperial. A esta industria, Putin la tiene que oír y en varias ocasiones incluye este discurso. Después hay sectores de influencia religiosa, liderados por el cineasta ruso Nikita Mijalkov y queda contento el sector ortodoxo. Después el Kremlin alienta la competencia entre estos sectores para desarrollar eslóganes y así demuestra quién tiene el poder”, pormenorizó Vergara.

Revela que hay un caso famoso, cuando empezó la guerra en Ucrania, en el 2014, muchos grupos de extrema derecha rusos empezaron a escribir en foros y en blogs que Rusia debía controlar  a ese territorio, que ya no debería llamarse Ucrania, sino la Nueva Rusia, que era el nombre que se le daba a Ucrania en el Imperio ruso.

“Y por eso Putin en sus discursos empezara hablar de la Nueva Rusia, cuando se refería a Ucrania, que es algo terrible realmente, porque de ahí a anexar a Ucrania no hay más que un paso. Llamarla como una provincia imperial, a un país independiente es un mensaje muy fuerte. Después lo va abandonar, pero va a responder a la palabra de moda”, subraya.




¿Cómo reactiva Putin el poder blando de influencia de Rusia en el mundo?

“En 1991-continuó Vergara- Rusia pierde influencia porque queda muda. Su lengua se vuelve secundaria. Hay un debilitamiento de las universidades, en ese mismo momento aparece la Guerra del Golfo, en la que CNN va informando al mundo entero sobre esta guerra y los rusos entienden que habían perdido la voz, porque CNN manejaba la información del planeta.

Y esto va a durar hasta el bombardeo de Belgrado en 1999, donde el Gobierno va a empezar a invertir muchísimo dinero para convocar a especialistas de la comunicación, que apliquen técnicas de mercadeo, utilizadas en firmas privadas al nivel del Estado ruso, para que la imagen de Rusia se maneje como una marca, no como un país”, anotó.

El Kremlin, de esa manera y con su verticalidad, empezará a buscar una voz rusa en el mundo. Y aparece, en el 2004, el Club Valdai, que es una imitación del foro de Davos, que reúne a los grandes especialistas de Rusia, investigadores, historiadores, científicos, sociólogos, etc, todos los especialistas a nivel internacional de Rusia, con el objetivo de construir una imagen globalizada de Rusia y crear un nuevo diálogo con Occidente.

Como consecuencia del foro “nace una agencia de cooperación internacional de amistad y de intercambio y la idea es que una agencia enfocada a apoyar con ayuda a países amigos. Ese es un soft power, porque esos países seguirán anclados a la presencia rusa,  se va a fundar la agencia rusa humanitaria -imitación de USAID- se van a reactivar los contactos con  los partidos comunistas del mundo, aunque Rusia es un país de derecha, pero ese discurso antiamericano va a ser popular, por eso Chávez o Assad serán amigos de Putin, e igualmente se acelera la modernización de Rusia”, comentó.

Puso como ejemplo, la Guerra de Crimea, que fue una guerra cibernética. “Rusia anexó Crimea sin disparar un solo tiro. Desconectando con un batallón de hackers la península de Crimea del resto del mundo y cuando la volvió a conectar, ya delante de cada puesto de policía había una compañía de soldados rusos”, mencionó.

Importancia de RT

Antes de ello, el Kremlin entiende que Rusia se había debilitado, porque no controlaba la información y las tecnologías informáticas se le escapaban, por eso no podía contar su versión de los hechos.

“Eso lleva a que, en el 2005, lance la cadena de TV Russia Today (RT) que va a emitir en inglés, chino, árabe, ruso, español, francés y que hoy es una de las cadenas de TV más grandes del mundo. La idea de RT no es promover la Rusia, es una agencia de información internacional, al servicio del Kremlin, y es usar a Occidente en contra de Occidente, darle la voz a todos los disidentes del mundo occidental, demostrando que ese discurso de libertad también ocultaba un inconformismo en la sociedad norteamericana y europea, que no podían expresarse porque los medios de comunicación en Occidente, no querían permitir que esas voces, a veces extremas, especialmente de derecha, se expresaran a través de sus cadenas”, reveló el historiador.

“Y esto es muy sutil –prosiguió- pero muy efectivo, y de esa manera van a alimentar contradicciones occidentales, entonces RT es la cadena por medio de la cual las personas en EE. UU. se enteraban de las violencias racistas en EE. UU. Es la cadena en donde se transmiten las desigualdades sociales de los EE. UU, recuerden la tormenta Katrina y esa tragedia del sur de los EE. UU., RT va a llegar a mostrar las contradicciones norteamericanas.

De acuerdo a su opinión “van  a mostrar la incapacidad de la integración europea, bombardeando con noticias. Le dan micrófono a Víktor Orbán en  Hungría que tiene un discurso radical o a Le Pen, para insistir sobre las razones para el Brexit o del porqué los países deben abandonar el Euro, y para esto el Estado ruso va a participar con un presupuesto gigantesco: en el 2005, el presupuesto de RT era de 30 millones de dólares. Para el 2015, era de 300 millones; 2018, 350 millones de dólares. RT tiene un presupuesto superior a la de la BBC de Londres”, ilustró.

Añade que los rusos se han tomado muy en serio el tema de las tecnologías de comunicación. Eso se ve en los escándalos de las elecciones norteamericanas, que tal vez ha sido un poco exagerado, como si la Federación Rusa y Putin pudieran poner al presidente de los EE. UU., pero que hay una presencia y un uso de esas herramientas occidentales en contra de Occidente es indiscutible. Muchos grandes periodistas norteamericanos o latinoamericanos europeos trabajan para RT. Hoy en día RT tiene dos millones de televidentes solo en los EE. UU., esto prueba la eficiencia de RT y del Estado ruso.

“En la época de Barak Obama, la contradicción máxima es que le prohíbe la entrada a los corresponsales de RT a la Casa Blanca, que es lo que uno esperaría más bien del Kremlin con respecto a los periodistas de CNN, y eso será utilizado de manera muy hábil, por los rusos para mostrar que desde Occidente se maneja un doble discurso: Barak Obama campeón de la libertad, no dejan entrar corresponsales de TV” contó Vergara.

Reiteró que RT es un megáfono del Kremlim. A través de RT Putin dio un mensaje político mostrando la fuerza de Rusia, al realizar la parada militar más grande de la historia de la humanidad, en el 2015 -los EE. UU. ya habían impuesto sanciones a Rusia-, por el 70 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, con una impactante producción de RT.

Consecuencias del Club Valdai

Recordó que, en un encuentro de ajedrez entre Bobby Fischer y Boris Spassky, Fischer había puesto como condición que no se fumara. En uno de los encuentros Spassky saca un cigarro y empieza a jugar con él y Fischer que tenía un temperamento terrible, le grita a Spassky que dejara de fumar, y éste le dijo una frase que es muy rusa, no estoy fumando "pero la amenaza es peor que la ejecución".



En otro momento, expresó que Rusia convertirá en la defensora paradójicamente de los valores conservadores de Occidente, la campeona de los temas sensibles de Occidente, como la sexualidad, la familia y con la represión policial de las manifestaciones del gay day, le dará a Putin una imagen internacional y que muchos en Occidente aplaudirán estas políticas.

“Esto tendrá eco en la derecha evangélica norteamericana, personajes republicanos como Pat Bucanan o como el actual presidente de los EE. UU. van a celebrar las medidas de Putin y lo van a considerar una especie de protector de Occidente, que es difícil de entender”, expuso.

Putin cultiva una imagen de líder, que tiene el coraje de dar su propia opinión, sobre los temas que  normalmente son tabú, por eso Le pen lo aplaude: "Putin es un patriota, defiende la soberanía de su pueblo, él sabe que defendemos valores comunes, los valores de la civilización europea”, y esto ha generado una serie de sensibilidades políticas cercanas a Putin que han mejorado la posición de Rusia en el continente europeo.

Futuro de Rusia

Finalmente, el analista se cuestionó sobre la longevidad del Putinismo –que está personalizado- y si podrá adaptarse a otro líder. Las paradojas rusas no son solamente creación occidental, son también reales.

“Qué es típico del sistema de Putin ¿la lenta transformación hacia un sistema más rígido o un tono cada vez más preocupante, agresivo e impulsivo entre más débil se siente Rusia? Hay algo urgente que deben entender los diplomáticos occidentales, entre más atacan a Rusia y entre más la arrinconan, más agresiva se vuelve. Y esto no es conveniente para Occidente. Porque no es una buena idea aislar a un país, y el siglo XX lo demostró”, advirtió.

Dentro de la política rusa, Putin es un moderado. Y hay personajes que pueden ir muchísimo más allá. Pocos países viven tantos cambios en sus fronteras, en su régimen político, en su economía como Rusia, que va a tener que vivir en un mundo completamente diferente al que se había construido en el siglo XX y va a tener que vivir la transformación de sus valores culturales.

“Un sistema conservador entonces aparece como un refugio útil, que genera una especie de sensación de estabilidad tan anhelada por los rusos, porque el siglo XX ruso es para olvidar, es el siglo de las grande tragedias. Millones de rusos murieron en ese siglo y no solamente en la Segunda Guerra Mundial, tantos hechos trágicos, Rusia probablemente seguirá viviendo fuertes cambios con o sin el Estado creado por Putin, cambios demográficos intensos -la población rusa viene decreciendo- cambios territoriales y lo único que quiero finalmente dejar claro, es que Rusia es parte del mundo. No es un país marciano, va cambiando junto con el mundo. ¿Cómo reaccionará en el futuro? Dependerá también de la evoluciones de las otras grandes potencias”, aseveró Vergara, que es uno de los mejores “rusólogos” del mundo, que posee una maestría y doctorado sobre Rusia.


SAGA  PUBLICADA EN EL DIARIO EXPRESO -DE LIMA-PERÚ- ENTRE EL 25 DE DICIEMBRE DE 2020 Y EL 3 DE ENERO DE 2021

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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