Las Naciones Unidas evitaron una Tercera Guerra Mundial: Foro en Academia Diplomática del Perú
Las
Naciones Unidas evitaron una Tercera Guerra Mundial
“El
futuro del multilateralismo” y la presentación del libro “El Perú en el Consejo de Seguridad.
Testimonio de los diplomáticos peruanos”, fueron los temas del interesante conversatorio
virtual de la Academia Diplomática del Perú Javier Pérez de Cuéllar.
Por Ricardo Sánchez
Serra
El Perú se
desempeñó, por quinta vez en su historia, como miembro del Consejo de Seguridad
de las Naciones Unidas. La delegación diplomática dejó muy en alto el nombre
del país ante la comunidad internacional.
De acuerdo a su
tradición, defendió el multilateralismo, promovió el principio de solución
pacífica de las controversias y la protección de civiles en conflicto, en
especial a las mujeres y niños y los derechos humanos.
Durante su
presidencia –en dos oportunidades, abril del 2018 y julio del 2019- promovió
que en el Consejo de Seguridad se aborden temas no acostumbrados y que en pleno
viaje a Colombia para apuntalar el proceso de paz.
Los “Trece de la
Fama” o “Los Trece Mosqueteros”, fueron los integrantes de la delegación
peruana, autores del libro –bajo la coordinación del embajador Paul Duclós- que
inmortalizaron no solo la política exterior peruana, sino también su titánica
labor.
En el evento de la
ADP expusieron los excancilleres Gustavo Meza-Cuadra, Néstor Popolizio y Allan
Wagner. Asimismo, trasmitieron su valiosa experiencia el embajador Carlos
Alzamora, la praxis de la primera secretaria Sandra Rodríguez e intervención de
Iván Garafulic, representante de la ONU en Lima, actuando como moderador el
embajador Luis Enrique Chávez Basagoitia.
Fortalecer
el multilateralismo
El embajador Carlos
Alzamora -“escuela viviente de los diplomáticos” como señaló el excanciller
Popolizio"- sostuvo que el multilateralismo auténtico debe ser reforzado
hoy más que nunca, frente al peligro del unilateralismo, de la fuerza, la
imposición y el dominio.
“Sin desconocer los
gravísimos efectos de la pandemia y del colapso económico que provoca, las
prioridades nacionales y las implicancias geopolíticas, debemos cuidarnos de no
debilitar el multilateralismo y en cambio luchar por devolverle su rigor,
autoridad y equilibrio, que son al fin de cuentas la salvaguardia de países
como el nuestro”, dijo.
“Confiemos –agregó-
que tras esta funesta y ruinosa crisis de alcance universal, que nos hermana en
el sufrimiento y nos exige juntar fuerzas, podamos construir una nueva,
pacífica, democrática, solidaria vivencia mundial y que para entonces una América
Latina más unida y más concertada y como el Perú en el puesto de honor en el
que lo colocó Javier Pérez de Cuéllar y que hoy mantienen vigente los
diplomáticos peruanos esté a la altura de esa magna y trascendente
responsabilidad histórica.
Alzamora narró que
estuvo en las Naciones Unidas en dos periodos, marcados por las restricciones
de la Guerra Fría, de ahí recordó el famoso apotema de Víctor Andrés Belaunde
cuando mencionó “que en las NN. UU. siempre desaparece algo, porque si el
conflicto es entre dos pequeñas potencias, desaparece el conflicto, si es entre
una gran potencia y una pequeña, desaparece la pequeña y si el conflicto es
entre dos grandes potencias, desaparece las NN. UU.”
“A pesar de esa
época tan forzosamente realista y limitada en la acción hay una gran
conclusión: NN.UU. nos libró de la terrible y nuclear Tercera Guerra Mundial”, determinó.
El
éxito fue la preparación y las alianzas
El excanciller Gustavo
Meza-Cuadra expresó que el libro es un esfuerzo conjunto de todos los autores
que participaron en la delegación peruana. “La idea nace desde que iniciamos la
participación en el Consejo y dejar un legado para futuras participaciones del
Perú y para conocimiento de la opinión pública en general en nuestro país,
porque creo que fueron dos años muy fructíferos para la acción externa peruana”.
Indicó
que el éxito peruano fue porque se contó
con un grupo pequeño de 13 diplomáticos “muy comprometidos, la mayoría eran
jóvenes, en algunos era su primera o segunda misión, pero que nos preparamos
adecuadamente, asumiendo este reto, para poder influir en el Consejo en ese
corto tiempo de dos años”.
La
clave de una buena performance estuvo en la preparación. “Seis meses antes reunimos
al grupo, no solamente al que iba a estar en Nueva York, sino al de Lima, elaborando las carpetas, las posiciones que se
iban a defender y sobre todo priorizando cuáles iban a ser los grandes temas
que se iban a promover en el Consejo, tanto para las resoluciones que se iban a
tratar de admitir, como las presidencias, que nos tocó dos, en las cuales pudimos
promover temas de nuestra política exterior, algunos de ellos, por ejemplo, la
aprobación de una resolución muy importante sobre el nexo entre el terrorismo y
el crimen organizado. Dicha resolución se aprobó durante nuestra segunda
presidencia” detalló Meza Cuadra.
Manifestó
que un país pequeño puede tener resultados, reiteró, con una buena preparación,
generar una red de contactos y un trabajo conjunto con los tres niveles del
organismo que básicamente son los Estados, el Secretariado y las organizaciones
de la sociedad civil, con la que tuvimos alianzas muy importantes, para
resolver no solo el conflicto, sino también su prevención.
Críticas injustas
Al referirse concretamente a
la labor del Consejo de Seguridad, comentó que “se le juzga y se cometen dos
injusticias, por un lado no se habla de todo lo que se hace, y que sí tiene
efectos concretos positivos, por ejemplo, hay varios conflicto que se han resuelto.
No yendo muy lejos, el Perú por ejemplo tuvo un rol muy importante en el tema
del proceso de paz en Colombia. El Consejo organizó durante la presidencia
peruana una visita a Colombia, que fue muy bien recibida, porque fue in momento
en que la situación del proceso de paz tenía algunas dificultades y el
hecho que viajar todo el Consejo
contribuyó definitivamente a resaltar esa buena imagen, eso es uno de los casos
exitosos, más aún con la presidencia de Perú”, relató Meza Cuadra.
“Siempre –continuó- se le
juzga por Siria, por el problema en Yemén. Naciones Unidas tiene misiones de
paz y personal en el terreno, cerca de 100 000
Cascos Azules, muchas de esas misiones permiten realmente mantener la
paz, quizás no resolver los conflictos, pero evitar que estos se agraven y se
juzga al Consejo de Seguridad por algunos casos (…) Y el Perú tuvo un rol de
puente, un rol constructivo y lo pudo hacer durante sus presidencias y con
algunas resoluciones que logramos aprobar”.
Por otra parte,
Meza Cuadra –que se desempeñó como representante permanente del Perú ante la
ONU entre 2013 y octubre de 2019- denotó que una prioridad de la política exterior
es participar en el Consejo de Seguridad. “El tema es que solamente hay dos
espacios para América Latina y cada vez se hace más difícil. Ahora hay más
países que desean participar, antes eran los países grandes o medianos, ahora
los países pequeños, caribeños, entonces las oportunidades se van reduciendo,
especialmente porque la región se ha
puesto de acuerdo en rotarse y para eso se ha hecho un listado.
Por eso es que el
Perú participa activamente en las negociaciones para ampliar el Consejo de
Seguridad y hacerlo más democrático y más adecuado a la realidad. Ahora
participamos en otros órganos como miembro de la Consolidación de la Paz y el
Perú es candidato a presidir la Asamblea General”, enunció.
Entre otros logros
del Perú, fue la promoción que exista una presidencia rotativa entre los diez
miembros no permanentes; que se realicen reuniones mensuales con el secretario
general, por que antes eran solo con los “P5” (miembros permanentes), para
disminuir en algo la asimetría existente.
Meza-Cuadra valoró
el tema de los derechos humanos, que es una de las prioridades del Perú, pero
es un tema muy sensible y politizado. “A veces algún país apoya una iniciativa,
pero otros por razones ideológicas no lo hacen. Durante nuestra participación
se quiso hacer una reunión en la que el Alto Comisionado de DD. HH. iba hacer
una exposición sobre la situación en Siria y no se pudo, porque no alcanzaron
los votos. Esa fue una situación muy incómoda, que se tuvo que solucionar
inmediatamente, convocando una reunión en otro formato, en la que participaron
un grupo de países y pudo salvarse la situación. Lo mismo ocurrió cuando se
trataban los casos -que generan controversia- como Nicaragua o Venezuela”,
precisó.
“Levantamos el caso de la violación de los
derechos humanos en Myammar. Durante la presidencia peruana hicimos la primera
visita del Consejo para ver un campamento de refugiados rohingyas, en
Bangladesh, casi un millón de personas en situación deplorable y lo mismo en otros casos”, concluyó.
Trascender entre las potencias
En su turno, Néstor Popolizio
reafirmó que el multilateralismo debe ser relanzado, para tener una cooperación
internacional mucho más efectiva, eficiente y además tener el espíritu de
solidaridad entre todos los países en el mundo.
Elogió a Meza Cuadra por haber realizado un
trabajo admirable “no solo como representante permanente ante NN. UU., sino al
generar esta colaboración de todos los que participaron en el equipo y para
hacer este libro. Hay que dejar constancia de las cosas que se hacen y que se
hacen bien. Felicito a todo el equipo por esta gran contribución”.
El Perú es un socio fundador
de NN. UU. Fue uno de los 50 países que estuvo en San Francisco, y es una
nación que tiene una profunda vocación por el multilateralismo. “Y eso unido a
su tradición permanente de respeto del respeto del derecho internacional y
todos los aspectos que tienen que ver con la solución pacífica de las
controversias. En ese contexto tienes un primer elemento de política exterior
que te dice cómo hago para trascender simplemente los aspectos que manejo en términos vecinales
o regionales a un plano global y eso ha marcado permanentemente la posibilidad
de que el Perú opte por un puesto en el Consejo de Seguridad”, anotó.
Lo que ha hecho el Perú en
las cinco oportunidades en que ha participado en el Consejo de Seguridad, es
tratar de trascender a un plano global y buscar una interrelación con las
potencias mundiales, no solamente para el mantenimiento de la paz y seguridad
internacionales, sino para ver en qué medida nosotros podemos enfrentar otras
ideas y aspectos que tienen un impacto a esa paz y seguridad internacionales, y
crear puentes en el contexto de un mundo sumamente polarizado y que tiene el
riesgo de tener una nueva Guerra Fría, comentó Popolizio.
El
multilateralismo debe ser más inclusivo
Sobre las críticas al
multilateralismo aludió que se comienza a decir la pandemia lo ha desnudado,
por lo que definitivamente se tiene que hacer una reflexión más profunda de
cuál es el siguiente paso.
“Cómo se va a adecuar no
solamente el Consejo de Seguridad, sino todos los órganos del sistema de NN. UU.
para que sean muchas más eficientes y aquello que vamos a tener que trabajar en
el tema sanitario para la próxima pandemia, sino también todo el aspecto de
reconstruir mejor nuestros países en términos económicos, eliminar la exclusión,
hacer que el multilateralismo sea mucho más inclusivo”, discernió Popolizio,
que es el actual representante permanente peruano ante las NN. UU.
“Eso implica –adicionó- no
solamente trabajar con lo que hoy día conocemos, sino incorporar a la sociedad
civil, a todas las instituciones
multilaterales, financiera, etc. eso es un aspecto que es mayor y hacia eso
tenemos que ir en términos de reflexión, para ver cómo te posicionas en un
contexto que es mucho más complejo, sobre todo cuando tienes una marcada
división, como se ha mencionado de la grandes potencia y que no coinciden sus
intereses para avanzar, ni siquiera en los temas que tienen que ver con la paz
y seguridad, sino en temas que se han mencionado claramente”.
Observó que los temas que
impactan a la paz y la seguridad hoy en día son el cambio climático, deterioro
del medio ambiente y eso afecta la seguridad alimentaria, pero además de eso, la
violencia contra las mujeres, niños, en conflicto; problemas de igualdad de
género y además, el terrorismo en un contexto en que la pandemia ha demostrado
la parte positiva de la digitalización, pero también tiene un lado perverso, un
punto que es utilizado por grupos terroristas y que definitivamente tiene una
contrapartida que hay que combatir, y en ese contexto el Perú promovió un tema
muy importante, como es combatir el terrorismo, sino también su vinculación y
crimen organizado.
No
se habla de reforma
Sobre el proceso de
reforma del Consejo de Seguridad, Popolizio advirtió que está paralizado. El derecho
al veto “es lo que se diseñó en San Francisco y que consolidaba la postura de
las cinco potencias en ese momento y que es el que funciona hasta hoy. Refleja
la correlación de fuerzas del orden internacional. Veo difícil una eliminación
próxima. El Perú ha comprometido desde hace años su apoyo a países que aspiran
a un puesto permanente en el Consejo. Otros quieren ampliar la no permanencia,
etc”, reconoció.
Por último,
Popolizio aconsejó que los diplomáticos en NN. UU. deben tener vocación de
servicio, trabajar duro porque las aristas son enormes, tener muy claro siempre
cuales son las prioridades y los objetivos de la política exterior en cada uno
de los temas que se va a ver, cuáles son tus límites, hasta donde pueden llegar,
y siempre tener una vocación de tolerancia, de negociación y la capacidad de
buscar siempre acuerdos
Referente
En el conversatorio
también participó el embajador dominicano en ONU, José Singer. Luego de elogiar
el liderazgo de Perú y el apoyo a su país en el Consejo de Seguridad, indicó
que el embajador Meza Cuadra siempre fue un referente para las consultas de las
naciones -con el apoyo de Popolizio- y afirmó, de otro lado, que el Consejo sí
funciona, el problema es que la discordia entre los “P5”, congela muchos temas.
Reiteró que el Consejo es un reflejo de lo que está pasando en el mundo y que
esa es la realidad.
En el evento fue
elogiada, igualmente, la experta Loraine Sievers, autora del libro más leído
sobre las prácticas en ese organismo The Procedure
of the UN Security Council. Ella
ayudó
a la delegación peruana en la preparación y en los momentos álgidos.
Las
instituciones son reflejo de sus componentes
El representante de la ONU en Lima, Iván
Garafulic, resaltó el trabajo de la delegación peruana, su capacidad y que,
como decía Meza Cuadra, “si uno no llega preparado desde el día uno, no se gana
el respeto de las distintas delegaciones”.
De otro lado,
afirmó que “hay algunos problemas que no se circunscriben a un país y que un
país en sí mismo no es capaz de resolverlo y eso es válido para la migración,
para el tráfico de personas y la pandemia (…). Un país no puede arreglarlo
solo, y si no tiene controlada la pandemia es algo que no termina. Según la Organización
Mundial de la Salud (OMS) la pandemia no se ha estabilizado, los focos van
variando, por ende, la dimensión del golpe económico, que esto va a tener
todavía no está totalmente calibrado. Los problemas se resolverán en una mesa
multilateral”.
“Es alentador
–agregó Garafulic- que la Asamblea General haya decidido fortalecer el
multilateralismo. En muchas intervenciones hubo un apoyo a la OMS, como un
organismo que estaba cumpliendo un rol importante y por ende hay que tomarlo
desde esa buena disposición que tienen los países.
Pero también ser
realistas, porque las organizaciones son lo que son los países y por eso uno
tiene que tener una clara lectura de qué está pasando con las grandes potencias
en el mundo, cómo ellas están influyendo y así como hay momentos felices en la
diplomacia, hace muy poco el secretario general tuvo un momento triste, él
pidió que el Consejo de Seguridad le diera una resolución para un cese al fuego
en Yemen, en Siria, para que pudiéramos concentrar todas las energías en combatir
el covid, pero esa resolución la dilataron y no fue oportuna, porque había un
conflicto entre EEUU y China en cuanto apuntar con el dedo culpable si se
comunicó lo del covid-19 a tiempo, si se ocultó o no”.
Una
experiencia inolvidable
En otro momento, la primera
secretaria, Sandra Rodríguez, en representación de los jóvenes diplomáticos,
expuso su experiencia, que señaló fue desafiante y una de las más
significativas en su corta carrera
diplomática.
“Estuvimos en un constante
aprendizaje y con muchísimo compromiso con la labor que nos tocó asumir, porque
teníamos la responsabilidad de defender y promover los intereses del Perú al
más alto nivel. Eso no es una tarea fácil para un diplomático joven, pero
considero que estuvimos guiados siempre por el liderazgo de embajadores de
amplia y sólida experiencia en el tema y también nos acompañó un grupo de
funcionarios no diplomáticos que colaboraron significativamente”, atestiguó.
Añadió que no fue una tarea
fácil y que se enfrentaron muchas veces a temas muy complejos o sensibles, con
alta polarización entre los miembros permanentes principalmente, y que el
equipo afrontó ese reto con mucho profesionalismo y dejando siempre en claro la
posición del Perú, como un país que está comprometido con el multilateralismo,
respetuoso del derecho internacional y el principio de resolución pacífica de
las controversias.
Al mencionar los viajes de
algunos de los miembros del equipo peruano a países en conflicto, subrayó que
vieron el apoyo que brinda NN. UU. para la mejora de esos países y que le impactó
su viaje a la República Centroafricana, que tiene una de las crisis
humanitarias más severas del mundo.
La
diplomática peruana causó grata impresión
“Trabajar en este equipo,
resaltó la joven diplomática, nos permitió aprender de primera mano la importancia
de la diplomacia constructiva que aplicó el Perú en estos años, que se refleja
en el libro (…) Hay muchas críticas al Consejo de Seguridad porque
verdaderamente más son públicos los “fracasos” que el éxito de algunas de sus
actividades, pero yo considero que tiene una relevancia independientemente de
las diferencias políticas, ideológicas, estratégicas que encontramos en esos
dos años”, relató.
Sugirió que el Consejo de
Seguridad del futuro debería tener un mayor fortalecimiento de asuntos
temáticos, adaptarse a las nuevas tendencias que están ocurriendo a nivel
global. “Es una tarea difícil, delicada, pero no imposible. El Perú lo hizo,
planteó como predictibilidad el tema de mujeres y jóvenes, asuntos delicados y
sensibles porque tienden a tener una fuerte oposición de países permanentes del
Consejo que consideran que este tipo de asuntos deben ser tratados en la
Asamblea General y que el Consejo no es
el foro apropiado”, recordó.
“Pese a ello –continuó
Rodríguez- promovimos de manera eficiente estos temas, copresidimos el grupo de
trabajo de Mujeres, Paz y Seguridad, promovimos el lenguaje sobre igualdad de
género, empoderamiento de mujeres, erradicación de la violencia sexual, en
conflicto, en todas las resoluciones del Consejo, porque este es un tema
transversal a todo lo que es parte de la agenda de este organismo y lo mismo
ocurrió con el tema de jóvenes. El Perú organizó en su primera presidencia el
primer debate en la historia y fuimos coartífice de una resolución del Consejo
sobre este tema y que permanezca en la agenda porque tendrá que hacer un
seguimiento periódico”.
Recomendó,
asimismo, que el Consejo de Seguridad invite a participar en sus debates a más
miembros de organizaciones de la sociedad civil. “Nosotros lo hicimos,
invitamos a muchas mujeres a exponer ante el Consejo. Sobre tema de financiamiento,
invitamos a representantes del Banco Mundial, del Banco Africano para el
Desarrollo, para ver de qué forma todos estos actores pueden trabajar junto con
la ONU tanto en la prevención como en la solución de conflictos”, finalizó.
Sistema
meritorio
Entre sus múltiples
comentarios, el embajador Luis Chávez Basagoitia, director general para Asuntos
Multilaterales y Globales de la Cancillería, estimó que hay una sensación de
insatisfacción, porque siguen los conflictos y sigue muriendo gente, pero eso
no quita en nada el mérito al sistema en
general y al Consejo de Seguridad, en particular.
“La institución ha
funcionado, hay que verla con optimismo y a la vez con prudencia, porque las
expectativas que se crean sobre lo que el Consejo de Seguridad debiera hacer,
también lo ponen en una situación ponen de riesgo, de saturación. Hay límites
para la capacidad de cualquier organización para tratar todos los temas y la
arquitectura del sistema no supone que el Consejo deba resolver todas las
situaciones”, consideró.
Qué
hacer con la ONU
El foro fue
clausurado por el excanciller, Allan Wagner, director de la Academia
Diplomática (ADP), que explicó la diferencia del comportamiento de un
diplomático en el área bilateral de uno multilateral. “Se requieren las mismas
habilidades básicas, capacidad de propensión, de análisis, prospectivas. La
manera de actuar, de negociar, es diferente. La diplomacia multilateral es
fundamentalmente de alianzas, uno tiene que buscar aliados para sacar adelante
sus temas en los distintos órganos en los cuales está actuando”, especificó.
“Para comenzar
–contó- los grupos regionales son muy importantes, como el Grulac. Muchas veces
hay que ir avanzando por escalones, hasta poder llegar a plantear sus temas,
luego de haber reunido un grupo importante de aliados. Un caso que me tocó fue
el de la deuda externa y la limitación del 10 % de los ingresos por
exportaciones en el servicio de la deuda. Lo que hicimos fue ir paso a paso, de
organismo en organismo, primero a nivel latinoamericano, con mucha dificultad,
el consorcio de Cartagena no funcionaba, luego a los No-Alineados, de ahí
pasamos al Grupo de los 77, y finalmente logramos que se aprobara en la Asamblea
General de NN. UU. una resolución que establece la prioridad del desarrollo
frente a los intereses de los acreedores”.
“En cambio –dijo-
en la diplomacia bilateral, lo que uno tiene que hacer es encontrar aliados
dentro del Gobierno ante el cual estás representado y además, buscar
instituciones que de alguna manera influyen en la toma de decisiones de ese
Gobierno, que pueden ser diversas, culturales, medios de comunicación, etc.
entonces son dos formas diferentes de trabajar, lo que es la esencia de la
diplomacia que es la negociación”.
En otro momento, Wagner
estableció que el libro “El Perú en el Consejo de Seguridad. Testimonio de los
diplomáticos peruanos”, pasa a convertirse en un texto obligatorio de la ADP.
Resaltó lo dicho
por el embajador Alzamora, de no debilitar el multilateralismo. “Esas palabras
me llevan a un artículo que escribió Richard Haass, uno de los grandes internacionalistas
norteamericanos: ´NN. UU. ha fracasado, el Consejo de Seguridad no ha logrado
cumplir su función´ y concluye diciendo que no hay posibilidad de reforma de
las NN. UU., no sería realista siquiera planteárselo, pero dice que la
necesidad de cooperación internacional es muy grande, debido a todo lo que ha
venido ocurriendo en los últimos años, pero además, impulsado por la pandemia”,
refirió.
Comentó que le
preocupaba lo que señala Haass, pero que "la buena noticia es que los
países pueden crear alternativas a las NN. UU, por ejemplo, dice, el G7 y el
G20. No concuerdo con Haass, pero evidentemente es importante tener en cuenta
que una persona como él diga algo así”.
Potencial
peruano
Destacó las
palabras del embajador Meza Cuadra cuando dijo un país pequeño como el Perú
puede actuar en el Consejo de Seguridad o en su presidencia, si sabe cómo armar
sus alianzas, con los Estados, el Secretariado, con distintas organizaciones de
la sociedad civil y eso se complementa con algo que dijo el embajador Popolizio
que el Consejo le brinda a un país como el Perú, trascender a un plano global y
ambas expresiones le hacen recordar a Carlos García Bedoya, cuando decía que la
capacidad y el potencial de un país no se mide por sus recursos naturales, sino
por la capacidad de su gente, de sus dirigentes y en este caso de sus
diplomáticos, desarrollar una política exterior activa, dinámica y que sepa
interpretar el momento que se vive y proyectarse hacia el futuro. Esa es la
importancia de ser miembro del Consejo de Seguridad para un país como el Perú.
Ser más de lo que uno es, si es que se mide en términos de su actual potencial.
“La manera como se
resuelva el tema de la vacuna, va a marcar la viabilidad de poder recrear un
sistema de cooperación internacional, que realmente esté al servicio de los
pueblos. Hay una iniciativa el Covax, no será la solución del problema de inmunización
de la humanidad frente a ese virus. Es un buen comienzo, pero se va a requerir
mucha más cooperación internacional”, sostuvo.
Relievó la
propuesta franco alemana de reunir a cincuenta cancilleres, a mediados de
setiembre, para lanza la Alianza por el Multilateralismo, que revela el
espíritu que anima por lo menos a una gran parte de la comunidad internacional.
Finalmente,
consideró que “hay necesidad de reflexionar sobre todo el sistema
internacional, para fortalecer a los organismos de la ONU, primero para
defenderlos, a la OMS, que está bajo ataque, defender a la Organización Mundial
de Comercio, que está paralizada hace tres años, y ver qué ajustes hay que
hacer para fortalecerlos, y hacerlos más inclusivos. Hay necesidad de pensar en
nuevos acuerdos multilaterales, sobre temas aún no regulados, como por ejemplo,
la ciberseguridad”.
Obra
de cabecera
Los autores del libro
“Perú en el Consejo de Seguridad (2018-2019). Diplomacia constructiva en tiempos de polarización. Reflexiones del
equipo peruano”, son Néstor Popolizio, Gustavo Meza-Cuadra, Francisco Tenya
Paul Duclós, Luis Ugarelli, Enri Prieto, Glauco Seoane, Verónika Bustamante, Ronnie Habich, Humberto Velásquez, Gonzalo Rivera, Ángel Horna, Sandra Rodríguez, Olga Lukashevich, Amadeo Solari, Gerardo Talavera y Juniza
Castillo.
Es dedicado al embajador Javier Pérez de Cuéllar
y fue editado por la Fundación Academia Diplomática del Perú
Publicado en el diario EXPRESO
https://www.expreso.com.pe/diplomacia/las-naciones-unidas-evitaron-una-tercera-guerra-mundial/
Comentarios
Publicar un comentario