“Gracias a la carrera diplomática tengo la sensación de haber vivido”: Embajador de España Alejandro Alvargonzález
“Gracias a
la carrera diplomática tengo la sensación de haber vivido”
Coincidiendo con la celebración por la Fiesta
Nacional (1492) de España y Día de la Hispanidad, el nuevo embajador de ese
país Alejandro Alvargonzález San Martín, concedió una entrevista exclusiva a la
revista EMBAJADOR, en la que expone las experiencias de su vasta trayectoria
diplomática, así como sus reflexiones sobre la unión, paz, seguridad y
libertad.
El embajador español Alvargonzález, ha desempeñado
importantes cargos en su Cancillería en Italia, Suiza, China, Honduras, Egipto
y Bosnia Herzegovina; jefe del Gabinete del Secretario de Estado de Seguridad
en España; y “número tres” de la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN).
¿Cuál es la importancia que le da ser
embajador del Reino de España en el Perú?
Ser embajador de España en el Perú es un gran honor al
que he accedido por empeño y que he aceptado con enorme ilusión y sentido de la
responsabilidad. Asumo esta tarea con entusiasmo y la determinación de
estrechar aún más unas relaciones ya privilegiadas. Y, le seré sincero, cada
mañana me pellizco para asegurarme de que no voy a despertar.
¿Qué es lo que más destaca de las relaciones
con el Perú?
La relación de Perú y España es una relación de familia.
Hace pocos días vi entrar en la carrera diplomática española a la hija de un
diplomático peruano y una compatriota española. Su hermano trata ahora de
entrar en la Academia Diplomática del Perú. Un día negociarán a ambos lados de
una mesa. Esa es la relación del Perú y España. Sólida, emotiva y sin metas
predefinidas. Es una relación comprometida por los afectos, deseosa de mejorar
a nuestros dos países. “Compromiso” es la palabra clave. La lengua, la cultura,
los valores y la historia que compartimos, más allá de debates académicos, nos
exigen una relación cercana, duradera y leal.
La prioridad es combatir la crisis sanitaria
¿Qué impulso le dará a las relaciones
bilaterales?
Glosando un verso de César Vallejo, que tiene en Perú, y
España el eco que merece (ni más ni menos), permita que responda que “hay
muchísimo que hacer”. La acción humanitaria, en el sentido más amplio, es
nuestra meta más inmediata. Después de la presente crisis sanitaria, que
superaremos juntos, seguiremos trabajando codo con codo para estrechar los
lazos que nos unen desde la obligada reflexión en el marco de la conmemoración
del Bicentenario de la Independencia del Perú. Y está lo político, lo cultural,
la relación en materia de seguridad, de defensa, y por supuesto lo económico,
para el mutuo aprovechamiento de sinergias y el aprendizaje de los dos. La
relación económica debe producir prosperidad, y a través de esta una superior
calidad de vida para todos.
¿Hay algunos proyectos de inversiones de
España en el Perú? ¿En qué sectores?
Hay muchísimos proyectos. Tanto es así, que España es el primer inversor en el Perú, y ello, en sectores clave como la banca y las comunicaciones, y en otros que a veces se omiten, como las grandes infraestructuras, la sanidad, la seguridad, la cultura y la educación. Hay más de 500 empresas españolas aquí, que en buena medida han dejado su pasaporte español y ahora sostienen orgullosamente uno peruano, y a mí eso me produce una gran satisfacción por lo que representa de fusión entre España y el Perú
¿Hay algún proyecto de cooperación de España
en el Perú para combatir el covid-19?
La Agencia Española de Cooperación Internacional para el
Desarrollo ha realizado un enorme esfuerzo para responder a la crisis. Una de
mis primeras actividades públicas en el Perú fue una entrega de material
sanitario al MINSA. Podría añadir la presencia de médicos auspiciada desde el
País Vasco o la asistencia que procura el hospital Gregorio Marañón. Y
seguiría, porque hay aspectos de investigación que se han puesto recientemente
en marcha. Los ministerios de sanidad mantienen un diálogo fluido al más alto
nivel. Por supuesto, no son los únicos ejemplos, y habrá más.
Ingente
cooperación
¿De qué manera participará España en el
bicentenario de la independencia del Perú?
España ya colabora estrechamente con la PCM, la
Cancillería, el Ministerio de Cultura, el Congreso de la República, y muchos
otros actores, tanto públicos como privados. La visita de Estado que SS. MM. los Reyes realizaron a Perú en 2018
coincidió con el inicio de la conmemoración, que el presidente Vizcarra marcó
en Ayacucho. Durante dicha visita, nuestros países firmaron un memorando para
la conmemoración del Bicentenario que se ha materializado, por ejemplo, en la
cooperación con el Archivo General de la Nación para la digitalización de
documentos relativos al periodo de la independencia. Ya en 2019, la exposición “Emancipadas
y emancipadoras”, producida por el Centro Cultural de España en Lima, puso
el foco sobre las mujeres invisibilizadas
que junto a San Martín, Suárez y otros próceres contribuyeron a la
independencia que hoy celebramos. Por cierto, próximamente será adaptada a
México. Y por delante tenemos proyectos tan señalados como el de la rehabilitación
de centros históricos en Lima, Ayacucho y otras ciudades.
Importantes reflexiones
¿Cuál ha ido su experiencia como “número tres”
de la OTAN?
He aprendido que seguridad y libertad deben caminar
unidas, que la grandeza de un uniforme reside en la lealtad y la limpieza de
quien lo viste, que el espíritu de servicio coloca al servidor por encima de
aquel que le ignora cuando le sirve. He aprendido de valores, del significado
profundo de la paz, de la paz sin miedo, y he aprendido también de la pérdida
de la libertad que el miedo supone. Y del momento de incertidumbre que vivimos,
y de cómo no debemos bajar los brazos, ni ignorar el mal sino confrontarlo. En fin,
podría seguir. Me gustaría destacar también lo que he podido aprender sobre la
importancia del multilateralismo y la solidaridad en el mundo globalizado.
Tengo la certeza de que esas lecciones serán utilísimas a la hora de afrontar
la colaboración de España y Perú en foros intergubernamentales. También lo
serán, como lo han sido en el pasado, a la hora de recordar a nuestros socios
de la Unión Europea, especialmente en el ámbito de la cooperación, que los
países americanos son aliados naturales y esenciales en el mundo de hoy y
mañana.
Males de la humanidad
¿Cuál es el mayor riesgo para la seguridad de
Europa?
Al igual que en la comunidad iberoamericana, el principal
riesgo es la desunión. Si lo hubiéramos olvidado, que no es el caso, ahí está la
pandemia global para recordárnoslo.
Usted ha sido embajador en Bosnia-Herzegovina
¿cuál es el principal problema para la paz en los Balcanes?
No sé si es el principal problema, pero déjeme decir que
cierta forma de nacionalismo ha tenido consecuencias nefastas en los Balcanes y
en otros lugares. Esos discursos no tienen cabida en el siglo XXI. El
nacionalismo, el supremacismo, la xenofobia, el racismo… El salto de un
concepto al siguiente es tan fácil… Y desde ahí al griterío y el tiroteo.
Bosnia y Herzegovina mostró que los muy civilizados europeos pueden, en
cualquier momento, despertar al mal, ese mal capaz de destripar al vecino y
perseguir a sus hijos por su acento, su aspecto o su religión. Y nos despertó
para obligarnos a no dormir más.
El encanto de la gente y los paisajes
¿Qué
destaca de la diplomacia española?
Esta será la
respuesta más breve: la vocación de servicio. “Servir” es una manera de ser
“Alguien”, así, con mayúscula.
¿Cuál
es la política de su país con respecto al Sahara?
España,
como acaba de ratificar el presidente Sánchez en la AGNU, defiende una solución
política justa, duradera y mutuamente aceptable al conflicto.
¿Alguna
anécdota que recuerde de su carrera diplomática?
Recuerdo muchos
momentos gratos e ingratos, disgustos, incluso amenazas, pero también el
privilegio de asomarme a los paisajes más bellos de la tierra y acceder a
gentes con las que nunca hubiera soñado poder conversar o reírme a carcajadas. Gracias
a la carrera diplomática tengo la sensación de haber vivido. Y ahora en el
Perú, con ese artículo – “el” Perú – que convierte al país en el mito. Pero no,
las anécdotas solo las cuento en familia. Quizá, como última e íntima
satisfacción, el reciente ingreso de mi hijo en el servicio diplomático
español.
Publicado en la Revista EMBAJADOR
https://revistaembajador.com/gracias-a-la-carrera-diplomatica-tengo-la-sensacion-de-haber-vivido/
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